La Pastoral Social es una entidad de la Arquidiócesis de Ibagué, sin ánimo de lucro, creada hace 62 años. Dentro de su labor de acompañamiento a los más necesitados, desarrolla acciones de asistencia humanitaria, promoción humana, fortalecimiento del tejido social y estabilización solidaria entre las poblaciones urbanas y rurales de la Arquidiócesis de Ibagué.
Actualmente, la Pastoral Social promueve 4 programas de forma permanente:
- Atención psicosocial y humanitaria para víctimas de la violencia, población migrante, y población en extrema pobreza.
- Hogar de paso para el habitante de la calle, ofreciendo, desde hace 20 años, techo y comida a esta población, así como actividades psicosociales y de acompañamiento espiritual, y reinserción social.
- Acompañamiento a los comités parroquiales de Pastoral Social (COPPAS), con líneas de acción, que favorecen a las comunidades más vulnerables:
- Paz y reconciliación, con promoción de la mujer y asistencia y formación a niños y niñas.
- Agricultura urbana – huertas caseras
- Pastoral de la escucha
- Pastoral de la primera infancia
- Pastoral del adulto mayor
- Pastoral de la salud
- Promoción y acompañamiento a la población campesina en el fortalecimiento a las iniciativas productivas, especialmente a la mujer y los jóvenes.
Cuenta con una experiencia amplia en temas de atención en emergencias, asistencia humanitaria, desarrollo comunitario, promoción humana, derechos humanos, entre otros; con diversos grupos poblacionales: mujeres, campesinos, migrantes, víctimas del conflicto armado, niños y niñas, etc.
La Pastoral Social de Ibagué ha logrado gestionar y desarrollar diferentes proyectos gracias al apoyo de particulares y diferentes agencias, pero las necesidades crecen cada día más entre la población migrante (más de 12.000 migrantes en Ibagué en condiciones muy difíciles de subsistencia), la extrema pobreza (cien mil familias en la ciudad que solo comen dos veces al día), los habitantes de calle (más de mil hermanos en condiciones críticas habitando en la calle), las mujeres gestantes cabeza de hogar (en condiciones de desempleo, pobreza y desnutrición), entre otros; por eso recurrimos a la comunidad ibaguereña y tolimense, de manera particular a la comunidad educativa que tiene gran sensibilidad por lo social, y generosidad con el que sufre, para recoger unos recursos que de manera solidaria nos ayuden a ampliar la cobertura de la población que atendemos, y dar solución a tantas necesidades que de manera diaria llegan a nuestras oficinas.
Toda esta labor se lleva a cabo en unión de organizaciones hermanas, como son la Fundación de caridad para la salud, el hogar de paso para el habitante de calle, y el hogar Sagrado Corazón de Jesús. Unimos capacidades y esfuerzos en una única campaña que nos lleve a hacer puentes con los más amados de cristo, los más pobres, y poder así potenciar nuestros programas y nuestras acciones hacia estas poblaciones.
Nuestro señor bendiga su bondad con los más necesitados y recompense su aporte.
